En ese sentido, la especialista del sector de cultura de la UNESCO, Alcira Sandoval Ruíz, quien fue la primera expositora del conversatorio, señaló que la economía creativa está en auge y sus actores son diversos. En el centro de esta economía dinámica están las industrias culturales y creativas, que se sitúan en la intersección de las artes, la cultura, el comercio y la tecnología.
Asimismo, destacó que “el sector genera 2,25 billones de dólares anuales y proporciona más puestos de trabajo a jóvenes de entre 18 y 25 años que cualquier otro ámbito laboral”.
Sin embargo, reveló que la pandemia de la COVID-19 ha paralizado a toda la industria creativa, “ningún actor de la cadena creativa se ha librado de su impacto”, aseguró. Como consecuencia se han profundizado las vulnerabilidades preexistentes como la falta de acceso a ayudas sociales y económicas para si obtuvieron trabajadores de otros sectores, falta de una remuneración justa, y la falta de un marco legal de protección, servicios sociales y estabilidad laboral.
Ante este escenario, La Unesco, señaló Sandoval, está trabajando para adaptar las políticas culturales a los retos de la transformación digital, así como en dar mayor protagonismo a la contribución que tienen las industrias creativas al desarrollo sostenible.
En cuanto a los desafíos de Paraguay en materia de artesanía e industriales culturales y creativas, Cinthia Melgarejo del Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA) expuso sobre las acciones que vienen desarrollando para la promoción y revalorización de la artesanía a través y del diseño contemporáneo.
De acuerdo a los datos del IPA, aproximadamente en Paraguay existen alrededor de 40.000 familias de artesanos. Existen más 10.000 productores artesanos registrados en el IPA, 212 asociaciones de artesanos y 135 empresas que hoy se dedican a la comercialización de productos artesanales.
Los ejes de trabajo del IPA para proteger y promover el patrimonio, los bienes y procesos culturales y lograr mayores niveles de trabajo decente y de calidad son: desarrollo, promoción y salvaguarda y se llevan adelante a través de varias acciones entre ellas con la creación de una escuela de salvaguarda que comenzó a funcionar desde el 2019 y mediante un concurso de artesanía y diseño en el que participaron 3 comunidades de artesanos y profesionales del diseño.
Las escuelas de salvaguarda tienen la misión de preservar los saberes de la elaboración de nuestros patrimonios artesanales como el Poncho Para í de 60 listas, el Ao Poí, textiles del chaco
El concurso Artesanía + Diseño pretende ser una plataforma de intercambio de saberes entre los profesionales del diseño y los artesanos para poder ampliar el mercado por un lado y por el otro seguir salvaguardando esa técnica con productos más contemporáneos.
Entre los desafíos del IPA se encuentran la instalación a nivel nacional del debate en torno a la apropiación cultural y el comercio justo, protección de los saberes populares y ancestrales, sostenibilidad en el tiempo de la producción artesanal.
Por su parte, Engel Jaime- Especialista en Gestión de Programas – Oficina Regional ONU Mujeres para las Américas y el Caribe habló sobre algunas experiencias exitosas de mujeres emprendedoras de América Latina a partir de incentivos generados por ONU Mujeres que tiene como uno de sus ejes el empoderamiento económico de las mujeres y la inclusión financiera.
Milner Solano, trabajador comunitario que trabaja con la organización Mismo Indígena de Mujeres de El Estribo, expuso sobre la experiencia de trabajo artesanal comunitario de mujeres indígenas de la comunidad El Estribo que forma parte de un proyecto de revitalización y comercialización de artesanías, que tiene como objetivo fortalecer la producción de artesanía con identidad cultural a fin de generar ingresos sustentables a las familias del pueblo Enxet desde un enfoque de derecho, pertinencia cultural y empoderamiento económico de las mujeres de la comunidad a través del fortalecimiento de capacidades y la provisión de insumos y equipamientos.